AGITACIÓN (II)

Cerca de un mes ha transcurrido desde que comenzase nuestro primer episodio de Agitación. En este tiempo se han sucedido llamadas, mensajes y numerosos movimientos políticos para blanquear este desafiante golpe al establishment local getafense. Curiosa paradoja hablar con todos y con nadie.
He copiado el simil a Iñaki Gabilondo, quien en El Fin de una época señala que los periodistas no debemos ser más importantes que los que deciden. Es cierto, pero no lo es menos que la mediocridad de la clase política y de quienes se rodean, acaba siempre por concedernos tal relevancia.
La operación Matar al mensajero se mantiene latente. Los ataques no cesan y no por haberlos previsto, uno deja de sorprenderse. El intento de asfixia económica es público y reconocido, pero el dinero tiene solución porque solo es eso: dinero. El socialismo agoniza y sus arcaicos métodos de presión también.
El sarismo no deja de ser una versión prepotente del peor castrismo. El portátil ha sustituido al rotulador azul para lo normal y el rojo para lo importante, pero el fondo es equivalente. La hija acabó devorando a Saturno, pero solo para ocupar el trono.
Mientras los saristas (algunos con vivienda pagada y más de 100.000 euros en la cuenta) se lamen las heridas por el furibundo ataque de estos mafiosos plumillas, han ideado el entretenimiento de cazar a quién filtra. Tarea complicada porque el orgullo de la regidora y su guardia de corps acumulan demasiados cadáveres en el armario: técnicos, funcionarios, políticos, ex políticos propios y ajenos, ciudadanos, empresarios… Da para mucho.
Dice José Antonio Zarzalejos en Mañana será tarde que el periodismo agoniza asfixiado por los poderes políticos y económicos. Apunta que en los grandes medios es imposible discernir dónde acaban los intereses y dónde empieza la información.
La prensa local no es ajena. En Getafe hay un temor generalizado a ejercer la crítica periodística. El clientelismo socialista ha dormitado el contrapeso que debe ejercer el cuarto poder en un estado de derecho. Medios de comunicación dopados informativamente y otros directamente subvencionados y mantenidos con dinero público o procedente de empresas contratistas del Ayuntamiento de Getafe: Se viene burofax....
Este estado de excepción informativo provoca que ciertos medios critiquen que critiquemos al poder. Es como si un cirujano reprendiera a otro por lavarse las manos varias veces antes de operar, porque con una basta. Curiosa paradoja donde el código deontológico acaba directamente en el retrete.
He copiado el simil a Iñaki Gabilondo, quien en El Fin de una época señala que los periodistas no debemos ser más importantes que los que deciden. Es cierto, pero no lo es menos que la mediocridad de la clase política y de quienes se rodean, acaba siempre por concedernos tal relevancia.
Se le escapaba en los corrillos hace un par de meses al Primer teniente de alcalde, Herminio Vico, que este medio de comunicación, Getafe AL DÍA, había “sacado toda la artillería”. Mira que apreciamos al bueno de Herminio, pero desde el cariño: esto es conocernos muy poco. Nadie acude a la guerra con un bazoka y deja el tirachinas para asaltar los cielos. Lo mejor siempre está por llegar y por publicar.
La guerra sigue abierta y el periodismo avanza. En nuestro caso, pedimos perdón al maestro por el “protagonismo”, pero como dice Ismael, seguimos siendo libres para vendernos donde nuestra libertad prefiera. Seguimos…